lunes, 28 de noviembre de 2011

EL ANFITEATRO DE ITÁLICA

Basta con cruzar la verja que separa a la ciudad de Trajano del pueblo de Santiponce para hacernos una idea de lo que allí un dia hubo. Basta con cerrar los ojos y dejar que una mágica máquina del riempo nos traslade a tiempos pretéritos para poder ver el majestuoso Anfiteatro, el mas grande de los construidos en Hispania, y el tercero en magnitud de todo el imperio romano.

Y lo veríamos ahí, frente a nuestros ojos, cual augusto coliseo, que tuvo capacidad en su día para 25.000 espectadores. Se celebraban en él los grandes espectáculos de sangre; luchas de gladiadores a muerte, enfrentamientos reales para representar guerras bélicas, y en el caso de Itálica incluso la representación de batallas navales en su foso central.

Si abrimos los ojos, y volvemos al s XXI, podremos ver sus ruinas, tantas y tantas veces maltratadas por el paso de los siglos. Y podremos contemplar, sobrecogidos, la grandiosidad que aún posee, pese a lo poco de él que el tiempo nos ha legado.

Sus piedras, utilizadas ya desde la época Árabe, yacen hoy como base de la que es símbolo y emblema de Sevilla, el alminar de la antigua mezquita árabe, hoy campanario de la Catedral. La universalmente conocida Giralda.

Sus cimientos se hunden 15 metros bajo el subsuelo. Y hundidos en el, los sillares traidos de la ciudad de Itálica, como vestigios ocultos de la historia que los Romanos nos dejaron.

Vestigios ocultos como los que reposan en el lecho del Guadalquivir, los muros del Anfiteatro, que fueron destrozados en su totalidad para construir un dique que protegiera a los pueblos adyacentes y a la propia ciudad de Sevilla de las crecidas del río. Podría no haber quedado ni rastro del edificio en aquel entonces, pero la reciedumbre de sus muros lo salvaron de desaparecer por completo.

No sé si podríamos considerar expolio la destrucción del Anfiteatro de Itálica con fines meramente utilitarios. No se si, de poderse considerar expolio, el término alcanzaría a definir el patrimonio que perdimos, tan salvajemente destrozado, en años en los que el arte que había perdurado en pie durante siglos fuera borrado por la mano del hombre, arrébatandole al tiempo algo que ni él mismo y su fuerza fueron capaces de borrar aun hoy día, casi 2000 años después.

jueves, 21 de abril de 2011

LA PLAZA DE CUBA

Una de las plazas que mas me gustan de la ciudad moderna, sin duda, con sus inconfundibles letreros luminosos encima de las azoteas de los edificios. Plaza que a mi modo de verlo perdió mucho con la remodelación sufrida hace algunos años, que configuró una nuev rotonda sobrecargada de árboles con una fuente apenas visible.

Para esta plaza se encargó originalmente el grupo escultórico ''muchachas al sol'' de Antonio Cano, que tuvo que ser retirado en los años 60 por la presión mediática que suscitaron, al romper los cánones clásicos Sevillanos (Si bien la realidad nos hace apuntar a que fue por razones políticas, de grupos contrarios al por entonces Alcalde de la ciudad). Se trasladaron al parque de Maria Luisa, y posteriormente al parque de los principes, donde, si no llega  ser por el eco que se hizo en la prensa en 1980 habrían desaparecido debido a los actos vandálicos que sobre ellas recayeron, llegando incluso a quedar mutiladas.
Felizmente restauradas en 1981, las podemos ver en la actualidad en la Glorieta de las Cigarreras



 La arquitectura de esta plaza situada frente al puente de san Telmo, principal vía de acceso al barrio de los remedios se puede dividir en 3 grupos, que por orden de antigüedad son los siguientes:

1- de C/Asunción hasta C/Génova, con la Avda de república Argentina en su centro. Se realizaron en 1955 por el arquitecto L. Gutierrez Soto, y responden a un diseño ajeno a sevilla. Sin embargo, la gran calidad de su distribucion, a pesar de la irregularidad de los solares, elevó el nivel arquitectónico de Sevilla. Estas viviendas alcanzaron el precio de venta el hito del millon de pesetas, cifra que produjo admiración, temor y escandalo simultaneamente., 

2- De C/Génova a C/Betis en segundo lugar. Corresponden a los números 2, 3 y 4 de la plaza y fueron diseñadas por Luis Díaz del Río, Ricardo Abaurre y Herrero de Tejada en 1961. Son edificios que constan de bajo, mas ocho plantas, con aticos retranqueados y persianas correderas exteriores. Una pergola en la parte superior da sombra al ático y suaviza el acabado del edificio.
El numero 1 de Plaza de Cuba, también de esta época lo proyecto R. de la Hoz. De estilo Racionalista, cerró la plaza y creó continuidad en los edificios hacia la calle Betis.
Pese a la calidad en los materiales empleados, la oxidación y el deterioro de las carpinterias han afectado a la estética del edificio, asi como la inclusion de las terrazas al nucleo de las viviendas.

3- De Juan Sebastían Elcano a C/Asunción, construidas de forma bastante posterior, tienen un diseño similar al de otras edificaciones de la ciudad. Son de ladrillo visto amarillento y adoptan unas franjas verticales seccionadas por huecos. responden a un diseño poco exigente, aunque funcional.

Algunas fotos para el recuerdo





VISTA EN 360º DE LA PLAZA:

http://www.sevillaen360.es/esfericas/plazadecuba/plazadecuba.html

domingo, 2 de enero de 2011

LA FUENTE ''DE LAS PALOMAS''

 En la plaza de América del Parque de María Luisa, mas conocida como plaza de las Palomas encontrabamos  estas fuentes, conocidas como Fuentes de las Palomas, fechadas  en 1964 y obra de Juan Ramon Lafita Seva. Curiosamente en un principio estas fuentes fueron tres parejas de las que solo llegaron dos hasta los años ochenta debido al vandalismo, y que para colmo tuvieron que ser reconstruidas en 1992 con motivo de la recuperación del parque con vistas a la Exposición Universal , siendo una obra de restauracion del escultor Emilio Garcia Ortiz
En el año 2000 fueron decapitadas, y posteriormente destrozadas, hasta desaparecer por completo.
¿Vandalismo? ¿Vigilancia insuficiente? Sea como sea perdimos para siempre uno de los símbolos del Parque de María Luisa, y uno de los lugares más fotografiados por Sevillanos y turistas.

 AÑOS SESENTA

AÑOS SETENTA

AÑOS OCHENTA

AÑOS NOVENTA

LAS ÚLTIMAS FOTOS DE LA FUENTE...

 

 LA TRISTE ACTUALIDAD...



 Año 2010. ¿El último en el que pudimos fotografíar la fuente del estanque de la plaza de América?
 Destrozada por una pandilla de jóvenes en una madrugada del último trimestre del año.


Antes...






sábado, 11 de diciembre de 2010

LA CALLE IMAGEN

Aparece por primera vez con este nombre allá por el año 1648, haciendo alusión a un retablo de la Virgen que allí se encontraba (calle de la Imagen de la Virgen, llegando hasta nuestros días simplemente como ''Imagen''
Se llamó Almirante Valdés desde 1848, por el heroico almirante de la batalla de Trafalgar, y aunque recuperó su nombre en 1868, se le volvió a cambiar por el de Calvo Asensio en 1869, hasta que en 1875 recuperó el nombre popular de antaño que ha perdurado hasta nuestros días.

En el plan de reordenación urbana de 1946 se plantea la necesidad de abrir un eje viario Este-Oeste atravesando la plaza de la Encarnación. Ya en 1948 comienza a derribarse el viejo mercado de la plaza, para, unos años más tarde, en 1955 toda la calle Imagen , abriéndose así el eje Campana-San Pedro. El proyecto contemplaba la apertura de imagen hasta la ronda histórica,  pero no llegó a realizarse.

Tras el derribo, comenzaron a edificarse bloques de oficinas de 6 plantas, de estilo Racionalista, muy típico de aquellos años, priorizando la funcionalidad a la estética. Podríamos decir que la calle fue víctima de una modernidad mal entendida, pues si bien el ensanche era necesario, no tuvo sentido alguno realizado a medias, y haber perdido estas estampas de la ciudad

AÑOS 50











EL DERRIBO









LA ACTUAL CALLE IMAGEN. AÑOS 70





LOS 80: EL COLEGIO DE ARQUITECTOS

Las obras de este edificio, acabadas en el año 1986, contempla seis plantas de altura en su fachada a la calle Imagen y cuatro a la de la Plaza del Cristo de Burgos. Muy criticado por su modernidad para situarse en su céntrico enclave, es un ejemplo de buena arquitectura y materiales de calidad, que lo han convertido en una clara referencia de la nueva arquitectura de Sevilla.



lunes, 23 de agosto de 2010

PABELLÓN DE HUNGRÍA


Una joya que estuvimos a punto de perder


Obra del arquitecto húngaro Imre Makovecz, está construido completamente en madera, excepto los cimientos. Las cubiertas del pabellón son de pizarra. 

Asemeja su aspecto exterior a una iglesia rural húngara en la que se alzan siete torres. Su interior está dividido en dos sectores: el oeste, que simbolizó la voluntad de pertenencia del país a occidente, incluyendo un roble cuyas raíces pueden verse a través de un suelo de cristal (el cual aún se conserva en su interior), en referencia a una antigua leyenda magiar; y el sector este, donde se proyectó, a través de una gran pantalla, una película sobre la historia de Hungría. Las torres, edificadas con aspecto de lienzo de fortaleza, quedan comunicadas entre sí por una pasarela, instalándose en aquellas catorce campanas de aleación de bronce, que recordaron la victoria húngara sobre los turcos del imperio Otomano en la batalla de Belgrado, de 1456.

Tras la muestra universal, y tras una restauración de las cubiertas, se instaló en el un museo interactivo único en España por sus contenidos. Fué llamado entonces ''Pabellón de la Energía viva''
Esta iniciativa tuvo una gran acogida y fue avalada por la crítica internacional. Aun así fue cerrado en el año 2007.
Tras el cierre del pabellón se optó por su demolición, que se hubiese materializado si no hubiese sido por la presión de diversas entidades, habiendose perdido para siempre un edificio único en España por sus características, y de un valor arquitectónico incalculable. 
Una vez descartado el derribo se planteó en un primer momento su traslado, fuera del recinto de Cartuja 93, barajandose como posible ubicación el parque del Alamillo, pero tras su catalogación como BIC (Bien de interés cultural) debe permanecer en el lugar en el que fue concebido, la Isla de la Cartuja.





sábado, 14 de agosto de 2010

EL GRAN CAFÉ DE PARÍS


LA PLAZA DE LA CAMPANA QUE PERDIMOS



El edificio fue construido entre 1904 y 1906, formando parte del periodo modernista de Aníbal González, etapa breve para el arquitecto que fue dejando paso al regionalismo. Aníbal González diseño el edificio en la esquina de la calle O`Donell con La Campana, con una cúpula metálica de estilo francés.
El modernismo también se apreciaba en sus barandas con motivos naturales. Nació como edificio de Viviendas, mientras en su bajo se instalo el Café Paris que da nombre al edificio. El Edificio sin embargo cambio mucho con el paso de los años, sus elementos modernistas se fueron desprendiendo la fachada, del cierre y del forjado. Cabe destacar que ya en los años 20 había perdido gran parte de su decoración modernista. 
El Gran Café de París tenía en la primera planta un salón de billares, y era lugar de reunión de la alta clase media y la burguesía, así como de toreros y artistas. Durante la guerra civil cambió su nombre por el de ''Café de Roma''
Acabó víctima de la piqueta como tantos otros edificios durante los años 70 para dar paso al edificio que ocupa hoy el Burger King de la Campana, víctima del afán modernizador de la época, que consistió en derribar todo aquello que tuvera que ver con el pasado, para dar paso a una arquitectura funcional, pero que poco aporta estéticamente a enclaves tan privilegiados de la ciudad como es la Campana, en pleno centro.
Su derribo abrió una puerta para el tremendo cambio que sufrió esta zona de la ciudad, con el posterior derribo del edificio de la farmacia. Fue na vañiosísima perdida irreparable, puesto que apenas se conservan edificios del periodo modernista de Aníbal González.



 El edificio actual, donde se encuentra actualmente Burguer King